Puede que hayas encontrado tu sérum preferido, tu producto milagroso, un imprescindible en tu rutina de belleza. Pero si no lo aplicas correctamente, no servirá para nada. ¡Será como una varita mágica sin efecto! ¿Cómo se aplica el sérum para obtener los mejores resultados?
El sérum se aplica fácilmente, siendo un paso muy rápido en nuestra rutina de belleza. Y por eso nos encanta, porque no nos roba tiempo y su resultado en nuestra piel es espectacular mejorando su aspecto. Hoy te contamos los pasos a seguir para que no caigas en la trampa de aplicar el sérum incorrectamente
1. La piel debe estar completamente limpia.
Tu piel debe estar limpia y preparada antes de aplicar el sérum. Utiliza tu limpiador favorito o agua micelar para retirar el maquillaje y la suciedad de la piel. Así eliminaremos cualquier desecho que pueda obstruir nuestros poros para una correcta absorción. El sérum penetrará mejor en la dermis para disfrutar de su efecto.
2. Sigue un orden en tus productos.
En este caso, el orden de los factores sí altera el resultado. Necesitamos seguir el orden correcto para conseguir el mejor resultado. Debemos aplicar los productos en función de su viscosidad. Comienza con los productos más líquidos (como el sérum), para terminar con los más espesos.
Antes de aplicar el sérum, humedece tu piel con tu tónico, agua micelar, o simplemente con una toalla húmeda. ¿Por qué? La piel húmeda es más permeable que la piel seca, y absorberá mejor el sérum cuando lo apliques.
3. Aplica el sérum sobre el rostro.
Llegó la guinda del pastel para disfrutar de su efecto. Es muy importante que te informe de los ingredientes de tu sérum antes de usarlo, y comprendas las instrucciones del sérum que vas a aplicar en tu rostro.
La cantidad dependerá de las necesidades de nuestra piel. Se recomienda unas 3-4 gotas. Lo importante es que cubra ligeramente nuestra piel, sin caer en excesos, ya que estamos ante un producto muy potente con altas concentraciones de ingredientes.
Usa las yemas de tus dedos y aplica el serum suavemente en tu cara y cuello con suaves golpecitos. No frotes la piel demasiado fuerte, deja que el producto se absorba solo una vez que lo hayas extendido por la piel.
4. Deja que el sérum haga su efecto.
Espera 5 minutos y deja que el sérum haga su efecto. Este debe absorberse sin esfuerzo. Si por el contrario deja en tu piel residuos pegajosos, puede que no estés consiguiendo el efecto deseado. En este caso, comprueba que el sérum que utilizas es adecuado para tu piel.
5. Es el turno de tu crema hidratante.
Recuerda que tu sérum no sustituye a tu crema hidratante. Mejor dicho, uno complementa al otro. Después de esperar a que se absorba tu sérum, aplica tu crema hidratante en tu cara y cuello. La crema hidratante es el broche final de tu rutina: sella tu sérum y fija los nutrientes.